El Gabinete

Psicología para mejorar tu día a día. Hoy y todos los días.

Este gabinete nace con el propósito de hacer de la Psicología una herramienta cercana, atractiva y útil para aquellas personas que quieren llevar una vida mejor, más feliz. Lejos de conceptos de psicopatologías y pacientes, creo en personas que quieren conseguir algo valioso en algún área de su vida o simplemente en la globalidad de uno mismo. Y ello a través de un proceso o terapia que va más allá de un tratamiento clínico aséptico.

Alcanzar mejores cuotas profesionales, ser capaz de manejar el estrés y la ansiedad, liberarse de algún miedo enquistado, salir de un proceso de duelo o un estado depresivo, llevar a la práctica esos objetivos que siempre están sobre la mesa… Los «para qué» de una Psicología cercana son muchos, y en ellos el factor personal es fundamental, ya que somos la constante más influyente en nuestra vida.

Y es aquí donde entra la metáfora de Mr Hyde. Como en la novela de Stevenson, en multitud de ocasiones sentimos en nosotros una lucha interna de dos personalidades que parecen empujarnos en sentidos diferentes y que vienen a confirmar eso de «Yo soy mi peor enemigo».

Al igual que le sucedió al Dr. Jekyll, reprimir, controlar o esconder a Hyde puede causar el efecto contrario al que buscamos: convertirnos en la sombra de lo que podemos y queremos ser.

Transformar sentimientos y conductas desadaptativas nos permitirá ser capaces de integrar todas las facetas de nuestra personalidad siguiendo un hilo conductor. Somos una increíble combinación de luces y sombras. Todos somos merecedores de una gran historia que contar: la nuestra.

Si el Dr Jekyll hubiera acudido a un buen psicólogo en vez de reprimir y crear a Hyde, sin duda hubiéramos visto un final muy diferente. La vida no tiene por qué ser una novela de terror o un drama continuo, podemos escribir nuestra historia más de lo que creemos.

No hace falta estar mal para querer estar mejor.

 

«Pero a pesar de mi profunda dualidad, no era en sentido alguno hipócrita,
pues mis dos caras eran igualmente sinceras.»
El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde.